This place is crazy

Queman vivos a tres presuntos ladrones en Guatemala
Associated Press

SANTA APOLONIA, Guatemala - Tres presuntos asaltantes de autobuses fueron quemados vivos la madrugada del jueves por enfurecidos habitantes de un poblado del oeste de Guatemala.

"La población, tomando la justicia en su mano, linchó a los individuos. Un oficial de policía quiso intervenir, pero le dijeron que nos iban a linchar a nosotros si nos metíamos", dijo a la AP el agente local de policía Gabriel Catún.

La captura de los supuestos ladrones ocurrió el miércoles por la noche cuando corrió la voz de alarma en el Caserío La Vega, a unos 55 kilómetros al noroeste de la capital.

"Los agarraron a los dos que venían robando en el bus y al otro que los estaba esperando en un carro, a los tres les pegaron y los quemaron con todo y carro", dijo uno de los vecinos que no quiso dar su nombre.

En total, la policía estima que se reunieron unos 2.000 vecinos de esta localidad. Pobladores de otros sitios cercanos fueron convocados mediante un sistema de silbatos que los líderes comunitarios tienen para emergencias.

Los cuerpos no pudieron ser identificados. "Están completamente quemados, no tienen huellas digitales", dijo a la AP el forense de Chimaltenango, Oscar Castro.

De acuerdo con los vecinos, en menos de un mes han ocurrido al menos cuatro atracos a autobuses que cubren la ruta entre la capital y este poblado de agricultoress de la étnia maya caqchikel.

Al enterarse de los hechos, el presidente Oscar Berger pidió la captura de los responsables de los asesinatos y aseguró que su gobierno no permitirá acciones de ese tipo.

El 20 de abril, un hombre y una mujer fueron linchados en un poblado cercano a Santa Apolonia cuando un grupo de vecinos los acusó de robar niños.

La misión de Naciones Unidas en el país dijo en uno de sus últimos informes antes de retirarse en 2005, que entre 1996 y ese año hubo más de 350 fallecidos en linchamientos.

Sin embargo, organizaciones de la sociedad civil sitúan esa cifra en más de 600 desde el final de la guerra interna que asoló al país entre 1960 y 1996.

Guatemala sufre una ola de criminalidad con el auge de homicidios y robos, que los cuerpos de seguridad y autoridades judiciales no han podido frenar.